El Botox es una marca de toxina botulínica. Se usa en pequeñas cantidades para la mejora temporal de las arrugas de expresión.

Es un remedio rápido y eficaz para las líneas y las arrugas faciales que se forman a causa del envejecimiento, el estrés, las preocupaciones y los factores ambientales, aún en las personas jóvenes. Un tratamiento cutáneo con inyecciones de Botox suaviza las líneas de la frente y las que se encuentran entre y a un costado (patas de gallo) de los ojos, haciendo que desaparezcan o disminuyan dándole al rostro una apariencia más joven y vivaz.

El Botox es un agente inyectable que provoca la relajación de los músculos subyacentes con el objetivo de eliminar o reducir temporalmente las líneas y las arrugas faciales.

Algunas características de la toxina son:

• Se trata de una proteína producida por una bacteria y se emplea para producir una relajación temporal de los músculos faciales tratados.
• Los movimientos repetidos producen una serie de líneas permanentes: las arrugas. Al relajar temporalmente determinados músculos, la toxina botulínica permite tratar las arrugas causadas por ellos. Buscando atenuarlas en cualquier zona del rostro.
• Su efecto es transitorio.
• Un conocimiento exhaustivo de la anatomía permite crear el efecto conocido como lifting sin cirugía.
• La persona adquiere un aspecto descansado y natural sin perder su expresión natural.

El médico-estético calcula las dosis de toxina necesaria para conseguir la relajación muscular. Por lo general no suele ser un procedimiento que requiera anestesia. En una intervención rápida (15 minutos aproximadamente). Mediante microinyecciones se aplica el Botox directamente en el músculo, para relajarlo y conseguir prevenir la formación de nuevas líneas de expresión. Los resultados empiezan a hacerse visibles 3 días después de la intervención y tienen una duración de 6 meses aproximadamente, dependiendo del diagnóstico y características del paciente. Los tratamientos cutáneos con inyecciones de Botox son rápidos y permiten retomar las actividades normales de inmediato.

Los candidatos ideales para un tratamiento con Botox son las personas que desean mejorar el aspecto de las líneas y las arrugas faciales, sin someterse a una cirugía. El principal beneficio de los tratamientos cutáneos con inyecciones de Botox es que permite que el rostro luzca mucho más joven, ya que elimina las líneas de la frente, las patas de gallo y otras arrugas faciales menores.

No hay una edad específica, pero si ya empiezas a ver arruguitas en tu piel cuando gesticulas es un buen momento para comenzar. Cuanto antes se empiece a bloquear la formación de arrugas, menos arrugas tendremos en el futuro.

Si tienes muchas arrugas o arrugas muy marcadas, sería necesario valorar otros procedimientos.

Las inyecciones de Botox tardan de 10 a 30 minutos, dependiendo de las necesidades del paciente.

• PRETRATAMIENTO: Se deben suspender fármacos que pueden alterar la coagulación y favorecer la aparición de hematomas una semana antes del tratamiento. Esto incluye anticoagulantes y aspirinas.
• POSTRATAMIENTO: Debe evitar acostarse y tocar la zona durante las siguientes 4 horas. No utilizar casco de moto ni comprar zapatos ese día ya que bajaremos la cabeza repetidamente. Durante 24 horas, no debe someterse a aparatos que eleven la temperatura, por ejemplo, radiofrecuencia y se requiere evitar el uso de maquillaje.

La utilización del botox no precisa test de alergia. El tratamiento está contraindicado en personas con alergia a la proteína de huevo, a las personas con enfermedades neuromusculares como miastenia gravis o miopatías o en situaciones como el embarazo o la lactancia. Puesto que el tratamiento se realiza mediante la inyección de una pequeña cantidad de producto con una aguja muy fina, conviene no tomar aspirina o antiinflamatorios los tres días previos a fin de evitar la aparición de hematomas en las zonas de inyección.

En resumen, el tratamiento no es recomendado en los siguientes casos:

• Si actualmente está embarazada o en proceso de lactancia.
• Si existe infección en la zona a tratar.
• Si está tomando alguno de los siguientes fármacos: aminoglucósidos, penicilamina, antipalúdicos, ciclosporina, digitálicos.
• Si padece enfermedades neurológicas como: miastenia gravis, esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiples y síndrome de Eaton-Lambert.

Los resultados se empiezan a observar a partir de las 48-72 horas posteriores al tratamiento. El efecto es máximo a los 15 días.

Los resultados duran de tres a seis meses.

• Evita la cirugía.
• Se puede aplicar en cualquier época del año.
• Es una técnica prácticamente indolora.
• Sus efectos son inmediatos y se prolongan entre cuatro y seis meses.
• Apenas tiene contraindicaciones.
• Raramente produce efectos adversos, como reacciones alérgicas, rigidez facial o náuseas.

Los tratamientos con toxina botulínica o Botox son un procedimiento especializado que debe realizarse exclusivamente por profesionales de la medicina. En las clínicas del Templo del Masaje contamos con el personal más preparado para este tipo de procedimientos. Si te interesa conocer más sobre nuestros servicios te invitamos a que nos contactes.